Con la marcha de la compañía aerea lusa de Ranón, Asturies no se puede comunicar con el resto el mundo más que a través de España
El abandono de la compañía lusa TAP deja Asturies sin vuelos fuera de España, poco después de que la huida de Easyjet encareciera los costes de los vuelos estatales hasta lo inadmisible; la comunicación por mar sigue cerrada desde la desaparición del ferry que nos comunicaba con Francia, la línea de ferrocarril del Corredor Atlántico no llega a Asturies y la autopista del Güerna sigue siendo de peaje. Un escenario de incomunicación por tierra mar y aire que sume a Asturies en un aislamiento con el exterior que convierte la importación/exportación en una opción dificilmente viable para los empresarios asturianos.
Al mismo tiempo, las comunicaciones internas siguin siendo muy deficientes, con carreteras en condiciones lamentables y un servicio de ferrocarril insuficiente, con un ritmo de suspensiones, retrasos y averías que se resume en el día de ayer: dos averias en 48 horas solo en la línea de FEVE entre Xixón y Candás.
El resultado es una Asturies que se aleja progresivamente del nivel de desarrollo europeo, sumiéndose en una regresión que nos lleva a condiciones tercermundistas, con consecuencias muy evidentes. La otra noticia del día completa el cuadro: 15.735 jóvenes han abandonado Asturies en los últimos años.
Llucía F. Marqués
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