Cerca de treinta hectareas del Bosque de Pimiango se repoblarán con madroños, abedules y encinas
Conscientes del mal que los eucaliptos hacen al entorno, de su escasa rentabilidad y de la peligrosidad de estos árboles como propiciadores de incendios, el Concejo de Ribadeva en colaboración con FAPAS (Fondo para la Protección de los Animales Salvajes) y EDP está desarrollando un proyecto en el que se arrancará la especie invasora, plantándose en su lugar árboles propios de la ladera, de las mismas especies que originariamente poblaban el bosque de Pimiango. Destaca entre ellos la presencia de encinas, árbol considerado típico de climas mediterraneos, por ser el centenario encinar de la Cueva el Pindal y la ermita de San Emeterio una interesante excepción.
Hasta ahora son más de 20.000 los árboles replantados, pero el trabajo pendiente no termina con sustituir el resto de eucaliptos: el Ayuntamiento se compromete a mantener las labores de conservación que aseguren el correcto desarrollo de este nuevo bosque y la restauración del valor ecológico de la zona.
La iniciativa incluye también un trabajo experimental de investigación que busca mejoras técnicas de eliminación de eucaliptos, un trabajo especialmente costoso, y de mejora del crecimiento de las especies autóctonas en terrenos perjudicados por la alta demanda de nutrientes de los eucaliptos.
Este es el primer concejo en decidirse a retirar los eucaliptos de las fincas municipales, pero se espera que sirva de ejemplo para que otros concejo asturianos se unan la cruzada de acabar con esta especie alóctona y nociva.
Nuria Prendes
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