Una clienta de la Cooperativa denuncia el trato vejatorio recibido por parte de una cajera, que la quiso obligar a hablar en español, atacándola también con mensajes políticos de talante españolista. La empresa ya ha presentado disculpas a la afectada y tomará medidas disciplinarias
Un saco de pienso para conejos ha sido el desencadenante del ataque, en el que una cajera de la Cooperativa, en la Carretera Carbonera (Xixón), ha tratado de coacionar a Ana Fernández, cliente del establecimiento y socia de la Cooperativa desde hace algunos años, para que dejara de hablar en asturiano, aprovechando para lanzar un violento ataque españolista.
En la mañana el sábado 29 de Noviembre Ana acudió, como cada mes, a la caja del establecimiento y pidió «un sacu de piensu pa coneyos, de 10 kilos», ante lo que, sin que mediara más conversación, la cajera replicó “Diras conejos, porque estamos en España y aquí hablamos español”. Lo que no contaba era con que hablaba con una veterana luchadora por los derechos linguísticos, por lo que, con la calma de quien ya está habituado a este tipo de comentarios, repondió “ No mira yo soy asturiana, tamos n’Asturies y falo asturiano. Y tú nun yes quien pa decime a mí como debo falar”.
Hasta ahí, sencillamente un nuevo caso de microrepresión lingüística de los que los astur-hablantes soportamos demasiado a menudo. Insiste entonces la cajera, en tono ofendido, añadiendo la represión política a la linguística “¡claro para que las personas que procedemos de otros lugares tengamos problemas para trabajar aquí ¡yo soy española y me hablas en español!. No querrás que esto sea como Cataluña”, afirmando con ello su procedencia forastera.
El resto la conversación continua en el mismo tono, educado por una parte y de rabioso nacionalismo español por el otro, con insultos a la lengua asturiana e insistencia en la obligación de la cliente a utilizar el español, acabando por lanzar un furioso alegato unionista a grito pelado cuando ya Ana Fernández, finado el pagado, salía del establecimiento «Esto es España y aquí somos todos españoles tanto tú como yo», a lo que la aludida, manteniendo a duras penas la calma, respondió sencillamente. «por favor, nun me insultes. Que te quede claro que yo soy asturiana, y tú sedrás lo que te de la gana».
Ana Fernández destaca la buena reación de los responsables de la tienda ante la denuncia de los hechos presentada hoy por escrito a la dirección de la empresa. La queja, lejos de archivarse sin más, ha sido trasmitida de inmediato al encargado de la tienda, al que le costaba dar crédito a lo que se le contaba «¡Pero si yo hablo asturiano!» insistía, diculpándose repetidamente; y sí, de hecho este es un establecimiento que destaca por su correcta atención en lengua asturiana, lo que hace aún más fuera de lugar si cabe el comportamiento de la cajera, que fue identificada y llamada al despacho en ese mismo momento, informándose a la afectada de que se tomarán medidas disciplinarias para que el hecho no vuelva a repetirse.
Los usuales ataques asturfóbicos están tomando estos últimos tiempos un tinte amenazante y violento, en el que unen el ataque españolista y político a la crítica lingüística, buscando intimidar a los asturhablantes tanto como avergonzarlos. En este caso se ve clara la importancia de no quedarse callados ante los ataques, por violentos que sean, así como la necesidad de interponer una reclamación para que no queden sin consecuencias.
Nuria Prendes
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