La falta de impulso fiscal, la ausencia de políticas de creación de empleo no precario, el envejecimiento de la población y la situación previa de desaceleración son algunos de los parámetros apuntados por el estudio del BBVA comu causantes de esta situación
Según indica el estudio elaborado por BBVA Research, Asturias vuelve a quedar en la cola de desarrollo económico, consumo y creación de empleo del estado, empeorándo las ya calamitosas previsiones. El concepto de «desaceleración», muy escuchado este año referido al esperado frenazo en el desarrollo económico, no es aplicable en el caso de la economía asturiana, que no ha llegado a «acelerarse».
El crecimiento económico en Asturias será, en el mejor de los casos, de un 2’1% en el año que acaba de comenzar, cinco décimas por debajo de los pesimistas 2’6 que se habían pronosticado previamente, contrastando con la recuperación visible del estado español y más concretamente, con la que puede apreciarse en toda la costa norte. Solo las Islas Baleares y Murcia acompañan a Asturies en este escenario de descenso, aunque aparentemente por poco tiempo, ya que las Baleares anuncian un crecimiento importante del nivel de empleo para este año que las ubicaría en un futuro próximo en puestos mejores.
En lo que se refiere al empleo, la continua perdida de trabajo parece no tener vuelta atrás, esperándose un desarrollo de un escaso 1’1% (frente al 3’5%, por ejemplo, de las Baleares) y sin mejoras previsibles, sino al contrario, en lo que respecta a precariedad y temporalidad. Este hecho incide directamente en el tercer parámetro medido en el estudio: la capacidad de consumo.
Dos factores son determinantes en el consumo privado de un país: la edad media (a mayor envejecimiento poblacional menor consumo) y el escenario laboral. Ambos juegan a la contra en el caso asturiano, por lo que la desaceleración del consumo es una consecuencia lógica.
Llucía F. Marqués
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