Este miércoles 13 de febrero se presentó en el Consulado de Argentina en Madrid la denuncia de tres hermanos que presentan el caso de la desaparición de su abuelo, Enrique Suárez Ferrera, minero vecino de La Rina (Samartín del Rei Aurelio), para unirlo a los demás casos que forman parte de la conocida como Querella Argentina
El 13 de abril de 1948, cuando iba a trabajar a la mina, lo detuvo la Guardia Civil. Una vecina le contó a la esposa de Enrique, Manuela Nava, que había visto a los guardias llevarlo camino de la montaña de Peñamayor. Cuando dos de sus hijas trataron de buscarlo en esa dirección, no les dejaron pasar y las amenazaron con llevarlas presas a ellas también. Todo parece indicar que el cuerpo de Enrique acabó arrojado en el Pozu Funeres con otras tres personas que también detuvieron ese día: Jesús García Iglesias, de Les Felechoses, Silvino Díaz Méndez, de El Xumíniz, y Ramón Rodríguez Argüelles, de La Camperona.
Los nietos de Enrique piden la exhumación de esa fosa para tratar de identificar restos de su abuelo. Confían en que la Justicia argentina pueda lograr «lo que la española niega sistemáticamente», dicen en su escrito.
Otra denuncia presentada en 2016 desde Asturias también solicitaba la exhumación del Pozu Funeres, por el caso de otro minero, Erasmo Alonso Martínez, de Los Barreros (Llaviana), asesinado en 1948 y tirado a la sima. De momento, gracias a un exhorto de María Servini de Cubría, la jueza argentina que instruye la Querella, en 2016 ya se pudo exhumar en Guadalajara una fosa común a petición de Ascensión, la hija de uno de los asesinados allí, Timoteo Mendieta.
Hasta ahora, son 27 las personas y entidades que se han sumado desde Asturies a la Querella Argentina denunciando sus casos, que afectan en total a alrededor de medio millar de víctimas.
Redaición InfoAsturies
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