Está en marcha el estudio de impacto ambiental del plan especial para la construcción de un crematorio en la finca Eiro los Corros, en Cangas, dentro de un suelo no urbanizable de interés agrícola, muy cercano a viviendas habitadas y en los alrededores del hospital comarcal
La empresa reconoce que hay viviendas de la localidad de Castro de Limes a tan solo 257 metros del lugar elegido para instalar un crematorio, una distancia insuficiente, en opinión de los ecologistas y de los vecinos, ante los impactos asociados en la incineración.
De hecho, al estar unbicado a menos de 500 metros de viviendas, la incineradora incurre en un incumplimiento del Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria, ya que el reglamento vigente en el momento de la solicitud de licencias establece que los cementerios e instalaciones auxiliares como esta deben ubicarse en terrenos alejados un mínimo de medio km de cualquier vivienda habitada.
El rechazo al crematorio no es solo de caracter ambiental, aunque los contaminantes derivados del proceso son probablemente nocivos para la salud, sino que influyen también argumentos de rechazo social, relacionados con la naturaleza de la actividad que tendrá lugar en el mismo, por lo que solicitan que se ubique la actividad del crematorio en otra localización donde no concurran las circunstancias anteriores de proximidad a población y al centro hospitalario.
Nuria Prendes
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