El monumento tinetense, de enorme contenido histórico, se encuentra en un lamentable estado de abandono y deterioro
Dos visitantes a las ruinas del Monasteriu encontraron, depositada en una de las columnas de los arcos del claustro, una mandíbula humana. Por ahora se desconoce si el resto del esqueleto se encuentra en los alrededores y cual es su procedencia, aunque por el momento se trabaja con cuatro posibles opciones.
La primera, y menos probable ante la aparente antiguedad de la pieza, es que corresponda a alguna de las personas desaparecidas en los últimos años. La segunda,que los restos procedan del mismo camposanto del monasterio, teoría que estaría justificada por el descomunal deterioro del edificio. También podrían estar allí desde la época de la guerra civil. Finalmente, se baraja la opción de que procedan de un desenterramiento reciente del cementerio; teóricamente, los huesos procedentes de nichos vaciados deben ser incinerados o enterrados en fosas comunes, pero no se descarta que en algún caso se omita esa obligación.
Lo que está claro es que las personas que notificaron el hallazgo no fueron los primeros en hallar la mandíbula, ya que esta estaba colocada en una de las columnas y perfechamente a la vista.
El Monasteriu de Obona, fundado por Adelgaster, hijo del rey Silo, fue un importante centro cultural y religioso, siendo una pieza clave en el camino Primitivo de Santiago, inaugurado por Alfonso II el Casto y en él se encontraron los primeros documentos que hacen referencia a la sidra, mencionándola como método de pago a los siervos. Actualmente se encuentra en estado de ruina, faltando toda una ala del mismo y estando desplomada buena parte del resto.
Llucía F. Marqués
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