Consideran que la los acotamientos al pastoreo sirven para favorecer la recuperación de la vegetación, reducir la erosión y desincentivar los incendios
Redaición InfoAsturies
El aumento continuado de los incendios, sobre todo los provocados, a lo largo de los últimos años, y muy especialmente los últimos meses, con más de 250 incendios activos en una misma semana, ha disparado la alarma entre las organizaciones ecologistas asturianas.
La modificación de la Ley de Montes asturiana, pendiente de aprobación, con la que se pretenden eliminar los acotamientos al pastoreo de las zonas que han sufrido un incendio forestal, podría incentivar aún más los incendios provocados, recordemos que la norma en vigor prohíbe la entrada hasta que haya trascurrido al menos un año, para asegurar así la recuperación del terreno. El pastoreo temprano e incontrolado en zonas incendiadas cuando la vegetación no ha cubierto la superficie, puede empobrecer el pasto y ralentizar su recuperación.
Por ello, la Coordinadora Ecoloxista d´Asturies, l´Asociación Asturiana d´ Amigos de la Naturaleza, Ecoloxistes en´Aición d´Asturies y SEO/BirdLife han dirigido un escrito al comité de seguimiento del Plan de Desarrollo Rural (PDR) de Asturies, solicitando que no se elimine el acotamiento de terrenos tras un incendio.
También piden que se refuercen las medidas de control para que no se conceda ninguna ayuda a la explotación los terrenos que han sufrido incendios forestales durante un número de años suficiente, para evitar que sea rentable incendiar nuestros montes y que todo terreno que se vincule a ayudas agrarias cuente con el informe del Servicio de Montes del Principado de no haber sufrido incendios.
Asimismo solicitan que se revisen las ayudas concedidas en años anteriores para que se revoquen las que estén en esa situación o no cumplan cualquier otro aspecto de las normas de la condicionalidad ambiental.
No hay que olvidar que los incendios forestales son considerados un grave delito en el Código Penal y que en el nuevo texto legal aprobado en 2015, son uno de los pocos delitos relacionados con el medio ambiente en el que se han aumentado las penas.
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