Mientras las autopistas de España van pasando a ser gratis, el peaje del Güerna sube a 13,50 euros para vehículos ligeros
Con todos sus fallos, siendo la autopista más pelligrosa el estado con el triple de acidentes que la media, cuadriplicando el indice de mortandad y resultando inutil ca vez que nieva, la Autopista del Güerna la es única vía apropiada para viajar a la meseta desde Asturies. Imprescindible para transportistas y con un tráfico medio diario de 30.400 viajeros, es de hecho una de las más utilizadas del estado.
Este año, por tercero consecutivo, sube el precio, pasando de los 12’90 en el 2017 a los 13’50 en el 2020. Ello implica un aumento del 1,12 por ciento en la AP-66, entre Campumanes (Asturies) y La Madalena (Llión), de acuerdo a la información de Aucalsa. De las autopistas estatales que aún no un han sido liberadas, nueve no subirán de precio este año y el resto lo la harán mitad de lo que sube el peaje asturiano.
El peaje del Güerna es un de los principales impedimentos al desarrollo del transporte en Asturies, y un de los motivos que está llevando a las empresas transportistas a abandonar el país rumbo a Madrid, Llión o Santander, lugares más competitivos para ejercer su labor. Esta autopista es una auténtica barrera, ya que las condiciones de las otras salidas a la meseta no permiten su utilización segura, continua y masiva, por lo que la petición de que se elimine este peaje es constante en la sociedad asturiana desde hace décadas.
A pesar de que inicialmente el Güerna finalizaba su concesión en el año 2021, lo que permitiría la anulación del peaje en un plazo de menos de 2 años, la ampliación al 2050 siendo Francisco Álvarez-Cascos ministro de Fomento alarga hasta los 75 años la duración del peaje que une (o separa) Asturies y la meseta. El rescate le resulta caro al estado español y el “Principado” se niega a subvencionar las tasas.
Por su parte, el actual ejecutivo del «Principado» argumenta que en su programa electoral la medida propuesta era «el estudio de posibles bonificaciones a los usuarios ”, ignorando la hoja de ruta aprobada por la Junta General en el 2018, en la que se incluía la búsqueda de métodos legales que permitieran anular el contrato de concesión.
El coste de esta autopista fue presupuestado en su inaguración, en el 1983, en 420 millones de euros; la concesionaria Aucalsa gana más de 500 millones al año, reinvirtiendo en conservación un escaso tercio de esos beneficios.
Llucía F. Marqués
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