Mc. Donalds, la cerveza Bock, Netflix o Ikea son algunas de las multinacionales que apuestan por la utilización del asturiano en sus campañas publicitarias
Hablar a una persona en su lengua materna hace que el mensaje llegue más hondo que en cualquier otra, conectando más directamente con los consumidores y alcanzando mejores resultados. Además, tratándose de leche, jugar la baza de la asturianía es asegurarse una percepción de calidad extra.
Los responsables publicitarios de Danone lo saben y en una jugada magistral adelantan a la Central Lechera Asturiana por la diestra con su nueva campaña «Con lleche fresca de 50 granxes familiares asturianes». Verdad es que les falla el neutro materia («leche fresco») y que nada más es una frase, -en el resto no respetan ni la toponimia- pero es la frase principal, en grande, apostando sin rodeos por la utilización del asturiano.
La primer gran empresa en utilizar el asturiano fue Decathlon, con sus carteles de «Afayaivos» y las pegatinas de «espero que te preste» pero lo que tuvo especial renombre fueron los carteles de «FAME» que hicieron a muchos anhelar una hamburguesa, mensaje que, en versión diglósica, aprovechó KFC con su «si tienes fame fame: pollo pollo». Vino después el «Beber pa creyer»que consiguió con esa sola campaña centrar la atención en una marca hasta entonces poco conocida, Bock, y los carteles de «Esta noche orbaya, quédate con Kevin en casa», animando a ver Netflix. Con mayor o menor acierto, en Ikea son continuos los guiños al asturiano, ofreciendo unos «churrinos» o diciendo que «les presta» vernos -aprovechas la ocasión para ofrecer el necesario asesoramiento lingüístico a Ikea, la intención ya la tienen- .
Por contra, las empresas asturianas que usan nuestra lengua tienden a ser escasas -se me viene a la cabeza una campaña de agua de Cuevas, varias de cervezas artesanales y alguna en versión bilingüe de la DOP-. Son principalmente empresas grandes, de nivel internacional, con un alto presupuesto publicitario y gabinetes de expertos diseñando sus campañas, quienes se percatar del filón publicitario de hablar a la gente en su lengua, poniendo de paso de relieve el provincianismo de las empresas asturianas, incapaces de pasar por encima de sus complejos -fijados en la era franquista- ni siquiera por su beneficio.
Llucía F. Marqués
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.