Las consecuencias del cambio global y la maificación turística hacen precisa la puesta en marcha de un Plan de Protección del Lago Enol

Estudios desarrollados por el Instituto Geológico Minero constatan los efectos nocivos que el cambio climático y la masificación turística estás teniendo sobre el ecosistema del Lago Enol, en concreto, un marcado proceso de eutrofización de las aguas, ello es un incremento de la densidad de nutrientes  en las mismas, con un exceso de fitoplancton, plantas y otros organismos que al morir consumen una gran cantidad de oxigeno –en el proceso de putrefacción- que hace las aguas del lago progresivamente menos aptas para la mayor parte de los seres vivos que componen su ecosistema.

El proceso ya es constatable a simple vista, las aguas del más emblemático nuestros lagos van perdiendo su transparencia y apestan a podredumbre y el desarrollo por encima de lo normal de las ‘Potamogeton’, plantas acuáticas propias del Enol empieza a ser visible.

El descenso de oxigeno en las aguas del lago como consecuencia de este crecimiento de la flora y de la mayor presencia de materia orgánica afecta ya a laszonas más hondas, en el informe anual del 2.016 se recogía que por debajo de los 25 m de profundidad ya no hay oxígeno disponible, con las evidentes y calamitosas consecuencias que ello tiene, siendo previsible que el problema vaya afectando progresivamente a capas menos hondas del lago.

Por todo ello, el Patronato del Parque Nacional de los Picos d’Europa tiene previsto la puesta en marcha de un Plan de Protección del Lago Enol con el que controlar su ritmo de eutrofización y ya se están dando los pasos necesarios «para poner en práctica medidas de seguimiento de las condiciones hidrobiológicas, de gobernación (información y participación social) y de atenuación de los efectos del Cambio Global en el lago Enol, ante el proceso de eutrofización manifiesta que presenta”, según palabras del director de la vertiente asturiana del Parque Nacional de los Picos d’Europa, Rodrigo Suárez Robledano,

Los expertos confían en que este plan, que incluye medidas como la reducción o eliminación del acceso de ganado al lago o el control del aporte de materia orgánica al mismo desde la ladera del Ercina, llega a tiempo para que la situación no alcance un nivel crítico.

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