De los 602 millones previstos para mejoras en los trenes asturianos entre los años 2017 y 2025 solo se van utilizándo 23’5
El Plan de Cercanias llegó a finales del 2017 como respuesta a la presión social que exigía mejoras en el ferrocarril asturiano que impidieran su desaparición. El entonces Ministro de Fomento, Iñigo de la Serna (PP) y el Consejero de Infraestructuras (ahora senador por el PSOE) Fernando Lastra, anunciaron entonces un ambicioso programa de mejoras con una inversión total de 602 millones de euros a invertir en los venideros ocho años, de los que 338,8 se destinarían a la red de ancho ibérico y los 178,6 restantes a la de ancho métrico (antigua Feve). De ente las obras programadas, 51 intervenciones fueron destacadas como «de alta prioridad», destinándose a ellas 192 millones de euros y un plazo de dos años.
En aquel momento Lastra vaticinó que, de no cumplirse el programa, «las cercanias asturianas estarían en situación de quiebra técnica». El programa no se está cumpliendo.
Desde el 2017 van haciéndose mejoras por valor de 23’5 millones de euros, menos de la cuarta parte de lo presupuestado para este tiempo. El proyecto incluía una renovación completa del trazado y maquinaria, por valor de 88 millones, de los que se van utilizando 220.000 euros, y numerosas obras puntuales, como las del tramo L.lena-Xixón, que contaba con un presupuesto de 296 millones con los que se adaptaría al ancho internacional y se ahorrarían más de 10 minutos por trayecto, pero en el que se van invirtiendo de hecho unos escasos 300.000 euros, el 0’1%.
Mientras tanto la situación del ferrocarril asturiano sigue a peor, muy especialmente en lo que toca a transporte de viajeros en cercanias, acercándose a la quiebra técnica anunciada por Lastra y agravando los serios problemas de comunicación interna y externa que lastran Asturies.
Llucía F. Marqués
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