LA SIDRA, una revista especializada en todo el vinculado con la sidra y la cultura que la rodea, ha faltado a su cita mensual por primera vez en 16 años con motivo de la crisis sanitaria, pero sigue haciendo su labor de difusión y dinamización del mundo sidrero a través de su página web
La preocupación por el futuro del sector sidrero, tanto en lo que respecta a bares como a lagares, es generalizado en Asturies, habida cuenta de que el consumo mayoritario de sidra se da en los bares y en romerias, grandes eventos y «fiestes de práu», todo ello paralizado indefinidamente por el coronavirus.
Considerando que el único consumo permitido actualmente es el que se produce en casa, Juanjo Alonso, colaborador de LA SIDRA, anima a todos los asturianos a demostrar ese amor a la sidra del que tanto presumimos y consumirla en el hogar, no solo para su disfrute y aguantar mejor el confinamiento, sino también para echarles una mano a los lagares, soporte de la cultura sidrera asturiana. “Tenemos una gran oportunidad de demostrar al mundo entero que nuestra bebida, por razones culturales, geográficas y sociales es la sidra y que la cultura sidrera es un Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, como queríamos que se reconociera. Si demostramos que los asturianos nos hemos unido para defender algo tan nuestro, la nominación por parte de la Unesco vendrá sola, ante la evidencia de tal fuerza y unión que ejerce este producto sobre la población. Esta en nuestras manos”
Anima además a continuar con los muchos retos sidreros que se mueven por las redes, con los que se está dando visibilidad al consumo de sidra, y a comprar no solo en supermercados, sino en pequeños comercios -para apoyar a la gente del barrio- y directamente a los lagares que reparten en domicilio, para que el beneficio llegue a todos ellos y no solo a quienes venden en grandes centros. En ese sentido, la web de LA SIDRA difunde un listado con una veintena larga de lagares con la forma de contacto para pedidos.
Nuria Prendes
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