«A Rambal lo quería todo el mundo, menos quien le ha matado» decían los vecinos de Cimavilla cuando, hace 45 años, asesinaron a Alberto Alonso Blanco «Rambal» y en la memoria de ese barrio siguen queriéndolo. Por ello, proponen que el nuevo centro cultural que se ubicará en el antiguo edificio de Tabacalera, en frente de donde vivió Rambal, lleve su nombre
La iniciativa ciudadana propone el nombre de Rambal para el nuevo centro cultural de Cimavilla, barrio donde nació y murió este personaje tan emblemático, que tuvo el valor de vivir siendo quien era en una época en la que estaba castigado. «En Cimavilla estaba permitido lo que no lo estaba en ninguna otra parte» se dice del barrio playu, y ello fue lo que permitió a Rambal vivir como homosexual declarado en plena dictadura española. Por el día echaba una mano a las prostitutas en sus recados y ayudaba en el lavadero, por las noches actuaba travestido en el locales de la zona. Tenía la costumbre de decir «¡Ay, si yo hablara», refiriéndose a la gente bien que vivía en Cimavilla su doble moral, y es posible que esas palabras, junto con la naturalidad y orgullo con el que vivía su homosexualidad, fueran la antesala de su condena de muerte. Pero nunca habló y su crimen no ha sido aclarado jamás; tampoco hubo intención de aclararlo, ni entonces ni ahora, ya que muy probablemente el crimen salpicaría a la bien protegida élite fascista.
Ahora la ciudad de Xixón busca la forma de mantener viva su historia y proponen para ello dar su nombre al que se espera llegue a ser un importante núcleo de cultura en la ciudad, que se ubicará en la Antigua Fábrica de Tabacos. El edificio, en proceso de restauración, preside la Plaza del Llavaeru, donde vivió, cantó y compartió su alegría Rambal. Para apoyar esta iniciativa está moviéndose por las redes la campaña #PorRambal, que anima a firmar petición a l Ayuntamiento para que el “Cientru Cultural Alberto Rambal” sea una realidad.
Nuria Prendes
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