Asturies tiene un 81% de territorio rural. La aplicación de la modificación propuesta por el presidente implicaría la obligatoriedad de llevar mascarilla en todo el territorio asturiano. Pensadlo. En 321 pueblos vive solo una persona, en otras cerca de 3.000 viven 10 o menos. Tendrían que llevar mazcarilla; obligatorio
Adrián Barbón (SuperBarbón para los amigos) acaba de anunciar la obligatoriedad de la utilización de la mascarilla en todos los lugares públicos, interiores y exteriores, independientemente de que se pueda, o no, guardar la distancia de seguridad de dos metros, excepción hecha de mesas de bares y terrazas que, como todos sabemos, crean a su alrededor un campo de actuación microviricida que nos hace a todos temporalmente inmunes.
Haré un esfuerzo por no entrar en el debate de la utilidad o no de la mascarilla como medio preventivo, porque no soy experta; ni siquiera me meteré a valorar las contradicciones en las normas que se han ido aplicando o la arbitrariedad con la que cualquier acto público, cultural o popular es cancelado mientras los negocios siguen en marcha. Haré un esfuerzo enorme por no mencionar ninguna de las miles de teorías conspiranoicas y de no un ver en la mascarilla una mordaza tan efectiva como la de la ley del mismo nombre. Hablaré de lo que veo, y de datos.
Escribo sentada delante la ventana, en una calle de Xixón todo menos céntrica. En los últimos cinco minutos pasarían por delante unas 15 personas, la mayoría solas o acompañadas del perro. Eso es porque es por la mañana, de tarde habrá también niños jugando en la plazuela y grupitos de adolescentes cruzando de vez en cuando por delante de mi mirador.
De esas 15 personas, nada más dos iban sin mascarilla. Otras dos la llevaban de pulsera y una más de diadema, mientras que tres preferían la opción cubrepapada, muy apreciada por los que padecemos sobrepeso. De quienes llevaban la mascarilla bien puesta, dos eran de tela, de las que se compran en todas partes, muy agradables por sus diseños variados y por el fresco de su transpirabilidad, al no llevar filtros y estar hechas de tela porosa. Otras 3, la mayoría, llevan mascarillas quirúrgicas, esas azuladas que dan animadversión por la impresión de vivir en un hospital y que no un tienen una duración efectiva de más de unas horas, pero que bien utilizadas dan para mes y medio de mascarilla compartida familiarmente. Sólo una llevaba lo que parecía una mascarilla seria, ya sabes, de esas que se parecen a un filtro de café.
Ninguna de esas quince personas tenía posibilidad de contagiar o ser contagiado, pero más de la mitad podrían llevar multa, de cumplise las espectativas del Sr. Barbón, que tan bien sabe aprovechar para subirse al carro de las grandes ciudades y salir en las fotos. Hago un inciso para preguntarme el porqué de este cosmopaletismo patético que compara la Calle Uría y los caminos de Asturies con la Gran Vía o Las Ramblas.
Solo el 0’7 % de los asturianos han usado mascarilla esta temporada pasada, es un dato. Asturies es el territorio europeo con menor índice de contagios, cercano al cero, el último mes, es otro dato. Puestos a dar datos, el tiempo máximo indicado de utilización continuado de una mascarilla quirúrgica es de 4 a 6 horas. Pasar de ese umbral conlleva problemas del tipo infecciones, hongos, dermatitis… en muchas personas, además, la utilización de mascarilla provoca problemas respiratorios y de ansiedad.
Sigo con los datos. Calculo que una familia de 4 miembros, como la mía, usaría un termino medio de 50 mascarillas semanales, unas 240 mensuales, lo que al precio fijado en BOE de 0’96 me sale a más de 230 euros, pero ¿qué problema es ese para las prósperas familias asturianas?.
Más datos: todos los contagios detectados en Asturies después de cerca de un mes sin rebrotes han venido del exterior desde la apertura de fronteras. Entendemos que el «Principado» es incompetente para cerrar los límites, como no se cansan de repetir, pero de ahí a poner en marcha planes de apoyo del turismo, como se está haciendo en Xixón hay un trecho. Asturies y Murcia son los destinos más económicos este verano, a nivel estatal. Igual teníamos que hacernoslo mirar.
Llucía F. Marqués
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