Alumnos de primaria a 20 por aula y estudiantes de bachiller de 30 en 30, ratios que ya eran excesivos por cuestiones de calidad docente resultan ahora esperpénticos para profesores y familias
El anuncio hecho por el Gobierno el «Principado» de las condiciones previstas para el curso siguiente no dejan satisfechos a ninguno de los implicados. Empezando por el hecho de que las informaciones estén llegando a los interesados de manera escalonada, incompleta y a través de los medios de comunicación, lo que incrementa la fuerte incertidumbre ya existente. El hecho de que para negociar estas condiciones no se haya convocado la mesa sectorial que llevan meses solicitando agrava más el malestar de los docentes.
Las noticias hablan de la contratación de 400 profesores más, cuando hace menos de un mes la propia administración reconocía la necesidad de que fueran mil los nuevos contratados y los sindicatos exigían una cifra de dos mil para poder cubrir las necesidades previstas. Hay que tener en cuenta que este curso llega con una sobrecarga extra de currículum atrasado y que las clases de refuerzo y apoyo serán necesarias; además, los profesores más vulnerables por cuestiones de salud y edad tendrían que tener algún tipo de adaptación al puesto de trabajo. De hecho, como han hecho notar sindicatos docentes, 400 son los profesores que se van jubilar este año en Asturies y las informaciones no dejan claro si quienes se van a contratar son para cubrir esas nuevas vacantes o si se está hablando de 400 más.
Tampoco las cifras económicas cuadran bien, se habla de una inversión de 30 millones, suficiente para contratar a 857 profesores, una cifra que si bien sigue siendo insuficiente se habría acercado más a las necesidades reales de la situación. La compra de mascarillas y geles no justifican 15 millones sin destino claro, ya que no un se prevén obras de adaptación en los centros.
Por otro lado, los ratios por aula son prácticamente los que hay, pasando de 25 a 20 en primaria -la reducción de ratio se aplica nada más de primero a cuarto de primaria- y quedando en hasta 30 en algunos grupos de Bachiller, lo que implica distancias de escasamente 50 cm entre estudiantes.
Los sindicatos denuncian también la falta de previsión ante un posible rebrote. La Consejería de Educación se limita a a dar orden a los centros de «planificar esa posibilidad», sin ofrecer ningún protocolo base.
Llucía F. M
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