Recalcan la diferencia de trato entre dos situaciones similares cuando la víctima es una empleada reivindicativa o cuando se trata de un alto directivo
Hace justo dos años Susana Fernández, empleada de Duro Felguera y portavoz de su Asamblea de Trabajadores, fue injustamente despedida, inventándose -como dictó el TSJA- una historia para despedirla . El el proceso se le requisó su ordenador personal con datos sindicales, en lo que los trabajadores consideran un ataque a su privacidad. En ningún momento recibió el apoyo de los sindicatos mayoritarios implicados.
La situación contrasta con la actual, cuando varias personas del comité de dirección, corresponsables de la difícil situación en la que se ve la empresa, se vieron en una situación similar, el requisamiento de sus ordenadores por parte del Consejero Delegado `por falta de confianza, acción que culmina con el despido de dos de ellos. Ante estos hechos la reacción de CCOO Industria y el comité de DFSA es bien distinta a la que tuvieron en el caso de Susana: mails de protesta, comunicados agresivos y amenaza de movilizaciones para defender a sus directivos.
Desde la Asamblea de trabajadores afirman no comprender esta diferencia de trato ante situaciones similares «Es tan penoso ver cómo no apoyaron ni CCOO ni los “compañeros” del comité ni una sola de las acciones para defender a Susana, es más, hicieron todo lo posible para hundirla. Y ahora salen como perrillos a defender a los directivos que desde sus chalets en la sierra de Madrid deciden el destino de la empresa. ¿Qué les deben a estos señores?»
Redaición InfoAsturies
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