Para el presidente del “Principado” las huellas del paso de Belarmino Tomás por la historia de Asturies son “curiosidades”y el Conseyu Soberanu d’Asturies y Llión “una experiencia autonómica”
Del facebook de Xuan Alonso
No deja de tener su aquel de novedad que el presidente del gobierno de Asturies rememore el aniversario de la declaración de soberanía protagonizado por Belarmino Tomás al frente del pueblo asturiano, después de décadas de negación de esta parte nuestra historia por parte de su propio partido.
En cambio, el tono casual y la referencia, casi exclusiva, a las reliquias, vinculándolas siempre a si mismo y a su paso por el gobierno, la utilización del español como lengua a la hora de comunicar este recuerdo, y por encima todo, la interpretación españolista e interesada de un hecho tan importante para la historia de Asturies, es cuando menos ofensivo.
Así, al hablar de una declaración en la que el Conseyu Soberanu se declara independiente de la República Española, Adrián Barbón hace un impresionante giro para hablar de “la última zona leal a la legalidad constitucional republicana en el Norte” (¿?).
Del despacho de Belarmino Tomás no tiene que decir más que es “el lugar en el que habitualmente realizo mi ruedas de prensa o mis mensajes a la ciudadanía asturiana”. Ello es, para Barbón el despacho en el que se ha firmado la soberanía de Asturies no es más que un mero decorado para su fotos, retratos, y uno de los momentos cumbres de nuestra historia moderna, que tendría que valir de inspiración para nuestro futuro, es solo “datos de interés para quienes nos gusta la historia”.
Un capítulo más de como manejar y aminorar la historia de Asturies. Y seguimos.
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