Recientemente se han hecho públicos los resultados de la Encuesta de Población Activa correspondientes al tercer trimestre de 2020, que aún no recogen el impacto que en los próximos meses tendrán sobre la actividad las restricciones impuestas por la crisis sanitaria
La cifra de personas dadas de alta en la seguridad social durante el pasado trimestre fue de media 380800, 88.200 menos que en el mismo periodo del 2008.
La vuelta al trabajo (o a la búsqueda del mismo) es lenta, se calcula que solo la mitad de las personas que abandonaron su actividad durante el confinamiento se han reincorporado al mercado laboral. Asturies, al contrario de lo que ocurre en el resto del Estado, continúa perdiendo población en edad de trabajar, -2.800 en el último año y -61.000 en los últimos doce años- y de ellas son muchas las que, debido a la situación, no están en proceso de búsqueda de empleo, lo que contribuye a mantener estable la cifra de paro, que sube solo en cien personas. De esas personas en edad de trabajar menos de la mitad, un 42’9%, han tenido empleo este verano y muchas de las que lo han tenido ha sido en condiciones precarias: durante el verano se crearon 12.600 empleos temporales y se destruyeron 3.300 indefinidos. Uno de cada cuatro asalariados tenía un contrato temporal y el 13% de los ocupados estaban contratados a tiempo parcial.
Por sectores, la construcción es el que mejor se está recuperando, después de haber padecido durante la crisis la destrucción más intensa, seguidos por el sector primario y, muy de lejos, el terciario. El número de ocupados en la industria continúa cayendo aún después del fin del confinamiento, con otros 700 despidos. El sector privado acapara la totalidad de la pérdida de empleo.
Nuria Prendes
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