Soy una enfermera que trabaja en el Hospital de Cabueñes de Xixón, perteneciente al Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA).Les escribo para informarles de lo que está pasando en dicho hospital.
Esta semana se abrió una cuarta unidad de cuidados intensivos (UCI) en el servicio de cirugía sin ingreso. En condiciones normales este hospital cuenta con una única UCI en la quinta planta, dotada con catorce camas.
El personal destinado a esta cuarta UCI son enfermeras con escasa o nula experiencia en este servicio.Algunas de ellas nunca han recibido formación específica y otras lo hicieron hace mucho tiempo-incluso hace más de veinte años-.Además, la mayoría nunca ha trabajado con pacientes críticos.Aún así, estas enfermeras están obligadas a dejar su actual puesto para incorporarse a esta UCI. Si se oponen se les amenaza con rescindir el contrato y ponerles una falta grave en su expediente.
Más aún, se les niega cualquier tipo de formación en cuidados críticos, en su lugar se les dice que «aprenderán sobre el terreno». Esto no sólo imposibilita la adquisición del conocimiento y habilidades necesarias para una buena praxis enfermera, sino que obliga a estos profesionales a trabajar fuera de sus límites de competencia y repercute negativamente en una adecuada calidad asistencial, aumentando así la posibilidad de cometer errores que deriven en daño para el paciente.
A esto hay que añadir que, desde que comenzó la pandemia, la gerencia del área V no hizo absolutamente nada para, en previsión de una segunda ola, formar a dichos profesionales para trabajar en la UCI. Sin embargo, se les pide que ejerzan más allá de su función, experiencia y formación.
Asimismo, las TCAEs (técnicos en cuidados auxiliares de enfermería) contratadas para esta UCI, son en su mayoría personal sin experiencia.Es más, algunas de ellas se formaron hace más de dos décadas y han desarrollado su actividad laboral en otros ámbitos no relacionados con la sanidad. A esto hay que añadir que, habiendo TCAEs en el hospital cualificados para trabajar en UCI, la dirección de enfermería no les permite el traslado a dicho servicio.
Por último, me gustaría aclarar que la ocupación de camas UCI en el Hospital de Cabueñes no es ni de un 40% ni de un 50% sino de un 264%.De hecho, de las cuarenta camas de UCI que hay en este hospital actualmente ,sólo tres están ocupadas por pacientes no COVID.
Lo anteriormente expuesto supone un riesgo muy grave para la seguridad del paciente así como una sobrecarga asistencial, sin precedentes, para el personal.
Por favor, ruego que se difunda la realidad de lo que estamos viviendo.
Un saludo
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