«Sorprende que el Ayuntamiento permita estas talas en suelo público para beneficiar un pelotazo privado, en una ciudad que ellos nos dicen que quieren hacer sostenible» declaran desde la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies.

La tala comenzó en la calle Fuero de Avilés, con el derribo de todos los árboles del camino en Gaxín, por tanto, en suelo público. Con ello, Avilés pierde no solo un pulmón, sino uno de sus pocos caminos tradicionales de tránsito peatonal, destacado, hasta ahora, por su vegetación.

El Parque del Pozón ha sido la otra zona afectada, talándose en un solo día más de 40 árboles en el parque, a pesar de que lo anunciado por el consistorio con las obras de mejora no contemplaba tala alguna de los árboles plantados hace 40 años; están amenazados muchos más. De esta forma se consuma la desaparición de una de las pocas zonas urbanas con árboles que quedaban en un entorno natural, en una de las ciudades más contaminadas del país.

Es sobradamente conocido el impacto benéfico de los árboles para el medio ambiente urbano. En las ciudades la presencia de los árboles, naturalizan el paisaje, reducen el impacto del tráfico generando oxígeno, absorbiendo dióxido de carbono y reteniendo los polvos y partículas que se mantienen en el ambiente.

Redaición InfoAsturies

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