La Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial publicó recientemente la resolución que permite el arranque de algas para 4.600 toneladas este año desde Cudillero hasta el límite con Cantabria, sin haber realizado el trámite de consultas previas que es preceptivo y obligatorio.
La recogida de las algas que llegan a las playas es un método perfectamente sostenible de recuperación de un valioso recurso biológico, siempre que se limite a recoger lo que la mar saca. Permitir, como se hace desde el 2017, que se arranque de los fondos marinos pone en riesgo el futuro de un recurso biológico marino limitado, que actúa además como refugio de los peces más pequeños.
Los recolectores manuales se ven también afectados por el uso de barcos y tractores que, además de acabar con la producción y poner en riesgo la futura, constituyen un peligro directo para su integridad física, al exigirse a los tractores mantener una distancia de nada más 2’5 metros con las personas, perjudicando una actividad tradicional con escaso impacto y alto nivel de empleo en beneficio de otra notablemente nociva y que apenas genera trabajo, haciendo caer al mismo tiempo los precios, en perjuicio de los recolectores manuales.
El «Principado» acaba de autorizar a 28 embarcaciones a arrancar algas desde el 1 de julio al 30 de septiembre, desatendiendo nuevamente las peticiones de sostenibilidad que le vienen haciendo desde hace años desde la Coordinadora Ecoloxista.
Estos acusan además al gobierno de permitir la extracción de algas de fondo del género Gelidium sin realizar la pertinente Evaluación de Repercusiones sobre los espacios incluidos en Red Natura 2000, tal como obliga la normativa europea, por lo que volverán a trasladar su queja a la Comisión Europea.
Las praderas de algas son fundamentales como hábitats marinos, zona de asentamiento larval y refugio contra la depredación para diversos invertebrados, de ahí su importancia en el crecimiento y desarrollo de los peces en su primera etapa. En nuestra plataforma costera hay una significativa disminución de la biomasa forestal marina por el efecto del cambio climático, que se acrecienta con el arranque de las algas..
Tanpoco se ha tenido en cuenta el impacto que conlleva la desaparición de las praderas de algas sobre la dinámica costera y la estabilización de perfiles de playa, ya que hacen de espigón submarino natural, disipando la fuerza del oleaje y reduciendo así la potencia erosiva del oleaje sobre la costa.
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.