“Para cuando le toque ir a la primera consulta ya lleva 2 años con las gafas puestas. Quien tenga dinero, quiera y pueda tirará de clínicas privadas, seguros médicos… y quien no, pues ya sabe lo que le toca” declara su madre
La cita fue solicitada desde el servicio de pediatría donde han atendido al niño por problemas de visión en octubre del año 2019. La fecha prevista para la atención del menor era para este mes, julio del 2021. Ante el descomunal retraso, la familia decidió llevarlo a un oftalmólogo privado, donde el mismo día se le ha graduó la vista, comprando seguidamente las gafas que desde entonces, hace más de año y medio, utiliza a diario.
Cómo si fuera poco esperar, recientemente han recibido en su casa una carta del Hospital Central Universitario de Asturies (HUCA) donde se les informaba de un nuevo retraso en la cita, con nueva fecha de 20 de noviembre, ello es, dos años y dos meses después de solicitada y dos años después de que el paciente estrenara gafas.
Este caso es simplemente un ejemplo más de cómo la ineficiencia de la Sanidad Pública empuja a los asturianos y asturianas a buscar soluciones en centros privados.
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