Los «riders» llevan años luchando para que se reconozcan sus derechos como trabajadores, lo que no impide que empresas como Glovo continúen poniéndo en práctica medidas de abuso laboral que en muchos casos rozan la irregularidad
El 16 de agosto los trabajadores denunciaron los incumplimientos legales en los que incurre la empresa en su práctica diaria.
Glovo sigue saltándose la Ley Rider y el Estatuto de los Trabajadores, manteniendo a sus empleados como falsos autónomos, negándoles la posibilidad de un contrato laboral, un trabajo estable y un sueldo dignos, evitando su cotización a la seguridad social y dejandolos por tanto sin derecho al subsidio por desempleo, bajas y la jubilación.
Además, el sistema de trabajo en Glovo impide la conciliación familiar, ya que, denuncian «estamos sujetos todo el día al trabajo para conseguir sueldos cada vez más escasos, porque desde hace meses, Glovo no aprieta cada vez más».
Denuncian también que con la entrada en vigor de Ley Rider Glovo ha dado otra vuelta de tuerca, saltándose la ley y tratando de generar competitividad entre sus empleados, negándose al mismo tiempo a dar información sobre el código sancionador, «lo que nos deja totalmente indefensos ante malas valoraciones y sanciones».
Por todo ello en su denuncia presentada en agosto piden al ministerio y a justicia que hagan cumplir la ley para que se respete el Estatuto de los Trabajadores y la Ley Rider, algo que incluye el que se les contrate directamente y pasena ser parte de la plantilla, abonándoseles las cotizaciones pendientes a la Seguridad Social y devolviéndoseles las cotizaciones de autónomos, que han salido de su bolsillo.
Nuria Prendes
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