En 1929 unos jóvenes de Uviéu fundan el Rosal FC con el lema “Mocedá Y Optimismu”,  palabras que recogen bien el espíritu de este club. Hoy como hace 88 años, destacan por su compromiso con Asturies y con la juventud, siempre en positivo, conscientes de que en los equipos de fútbol se juega algo más que el entretenimiento

En este caso la ilusión estaba puesta en el ascenso a primera. El salto de categoría ya lo vislumbraron en el minuto trece, cuando estrenó Osky el marcador. El penalti de Lafuente, justo antes del descanso, y el gol de Pablín, a tres minutos del final –minuto 87- remataron el partido con un resultado de 3-0 que aseguraba el ascenso al Rosal FC, un club que siempre destacó, entre otras cosas, por su uso  de la lengua asturiana.

El CD Ujo y el Miranda fueron los otros dos equipos que también dieron el salto, tras superar sus eliminatorias, con lo que se unen al grupo formado por el CD Llangréu, el Lealtad B,  l’Eulalia y el Treviense, que ascendieron de manera directa.

Los puestos que quedaron vacantes en Segunda Asturiana cola subida de estos seis equipos seran cubiertos por el Atléticu Camocha, la SD Campumanes, el Llanes B, el Juventud Estadio y l’Atlético Siero. La sexta plaza era la que le correspondería al Glamour, club que se retiró de la competición.

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