En la foto, la Quinta da Fonte, única zona que sobrevivió a la devastación del terrible incendio de Portugal la semana pasada: un pueblo salvado por sus castañales y olivos, rodeado de hectáreas de eucaliptos
La histórica lucha contra la invasión de nuestros montes por especies alóctonas de rápido crecimiento como el eucalipto y el pino, dañinas en sí mismas por sus efectos nocivos sobre el suelo y sobre la flora y fauna autóctonas, tiene ahora un argumento de mucho peso.
Con una orografía muy similar a la de la zona afectada por el incendio, el incremento de las temperaturas, un porcentaje similar de ocupación forestal por especies pirrófitas (eucaliptos y pinos) y la misma ausencia de normativas forestales, las condiciones asturianas son muy similares a las que propiciaron el desastre.
Por ello, la Coordinadora Ecoloxista ha exigido al Principado y a los Ayuntamientos que pongan en marcha una normativa forestal que recoja una distancia de seguridad a viviendas y edificaciones para los cultivos de especies pirrófitas de no menos de 200 metros de distancia.
Andecha Astur también se ha pronunciado al respecto, exigiendo además la congelación de su expansión y la recuperación de especies autóctonas, menos agresivas con el medio, como el roble o el castaño, medidas que han sido anunciadads por el gobierno portugués y que son opuestas a la decisión del gobierno de Javier Fernández, que acaba de aprobar la plantación de otras 7.000 hectáreas, superficie con la que se estaría a punto de superar las 61.300 hectáreas previstas en el Plan Forestal Asturiano, por que se teme la modificación del Plan para ampliarlo en una arriesgada apuesta por el monocultivo del eucalipto, en beneficio de las empresas papeleras.
En Asturies casi el 20% de la superficie arbolada está plantada de eucaliptos, alcanzando concentraciones del 100% en algunos concejos y alrededor del 70% en toda la rasa costera de Oriente a Occidente, que es donde se concentran la mayoría de las plantaciones, siendo especialmente grave en concejos tan densamente poblados como; Avilés, Carreño, Corvera, Gozon, Pravía y Castropol.
Llucía F. Marqués
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