Las numerosas protestas de carácter laico y feminista no evitaron el cambio jurídico
El presidente de la República de Turquía continúa liquidando la obra laica del kemalismo con un nuevo e importante paso. El matrimonio civil dejó de ser el único válido a efectos legales en Turquía al ser equiparado a las bodas realizadas por los clérigos islámicos. Colectivos feministas, de la izquierda, o simplemente laicos manifestaron su descontento, considerando que es una medida más para avanzar en la reislamización de la sociedad y del estado, pero no pudieron parar la nueva norma.
Esta medida forma parte de un paquete de 42 artículos aprobados en el parlamento por iniciativa del islámico Partido Justicia y Desarrollo (AKP) del presidente Erdogan, que incluyen la concesión de múltiples competencias a los muftís, líderes musulmanes vinculados a la Dirección de Asuntos Religiosos del gobierno.
Para la oposición democrática esta ley no responde a ninguna necesidad real de la ciudadanía, sino que tiene como único objetivo el otorgar más poder social y político a los mutfís, que podrán registrar no sólo bodas con menores de edad sino también nacimientos sin necesidad de pasar por la administración civil de la República.
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