El rio Barayo y la ría de Avilés han sido los dos puntos negros en los que se han detectado vertidos durante el pasado fin de semana
Las continuas agresiones al medio ambiente que padecemos en Asturies se han concretado este fin de semana en nuevas nubes de emisiones contaminantes, otros cuatro incendios y más vertidos en los ríos.
Por una parte, el Colectivo Ecologista de Avilés ha denunciado un nuevo vertido producido en la ría de Avilés, que tuvo como consecuencia más evidente la aparición de varios peces muertos en las orillas del paseo de la Avenida Conde Guadalhorce. Este nuevo vertido, se suma a la lista interminable de episodios contaminantes –de origen probablemente industrial- que acaban en la la ría de Avilés, mientras las autoridades se conforman con declarar que “no son capaces de identificar a los responsables”
Por otro lado, la Coordinadora Ecologista d’Asturies ha denunciado ante la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y ante la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado de Asturias los vertidos de fosas sépticas y purines producidos el domingo en la localidad de Borones (Valdes), en la cuenca del río Barayo donde se detectó un vertido de aguas fecales que llegó hasta la desembocadura del río, en la Reserva Natural Parcial.
El retraso en la obligación de disponer de redes de saneamiento de las aguas residuales lleva en muchos casos a los vecinos a vaciar sus fosas sépticas en aguas comunes, por lo general de fin de semana, poniendo en peligro la calidad de las aguas que se usan para el abastecimiento y para regar cultivos, con los riesgos inherentes a esta contaminación.
Llucía F. Marqués
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