La Lliga Celta d’Asturias denuncia la destrucción de importantes evidencias históricas en el proyecto de obra del Chao Samartín
Este mes hemos conocido a través del Grupo Parlamentario de IX Asturies que lo que se prometía como una esperanzadora intervención en uno de nuestros yacimientos arqueológicos más singulares, el castro del Chao Samartín en Grandas de Salime, podría significar, en realidad, una honda alteración del conjunto, tanto de los restos excavados como de superficies todavía inéditas pero con enorme potencial arqueológico.
Todos los medios hacen eco de los defectos técnicos del documento que ahora se denuncia: no se atiene a las convenciones internacionales y se ignoran valores que hacen de estas ruinas un documento excepcional para la conocimiento de la historia de Asturies. La ausencia en el expediente de informes elaborados por expertos en técnicas de restauración y conservación arqueológica, la falta de consultas e investigadores especializados que han sido responsables de la excavación e interpretación histórica del yacimiento y la aplicación de materiales y procedimientos irreversibles, incluido la utilización del hormigón armado, resinas epogídicas o la reconstrucción indiscriminada de muros, contravienen todas las recomendaciones y convenios internacionales que rigen en las intervenciones en lugares arqueológicos.
La calidad paisajística del conjunto y la integridad de depósitos arqueológicos ricos y aún inexplorados se verán fatalmente comprometidas con la proyectada construcción, sobre la fachada principal del yacimiento y en terreno arqueológicamente fértil, de un edificio de acogida, levantado apenas a unos centenares de metros del centro de interpretación ya existente.
Pero hay un aspecto que apenas se ha comentado en la rueda de prensa que resulta especialmente inquietante. Y es que, según se ha sabido, con la ejecución de estas obras pretende ocultarse, sepultar o destruir las principales evidencias de la ocupación prehistórica del asentamiento: las ruinas del primitivo asentamiento fortificado de finales de la Edad del Bronce, hacia el 800 a.C. (el más antiguo conocido en Asturies), serán, así consta literalmente en el proyecto, sepultadas porque “su interés no es elevado”.
La misma suerte correrán los elementos defensivos que prueban la intensa y sucesiva fortificación del castro durante la Edad del Hierro (fosos y fases antiguas de las murallas) que serán también sepultadas para, se dice, evitar degradación estructural. En conclusión, la ejecución de las intervenciones contenidas en los proyectos de obras urgentes y de consolidación de las ruinas del Chao Samartín implica el ocultamiento, extinción o falsificación de elementos claves en la interpretación del yacimiento, de su historia y, por tanto, también de la Historia de Asturies.
Es paradójico que mientras se nos brinda a través de las jornadas del RIDEA recuerdos de las bondades que ha aportado y aporta la arqueología, en concreto la arqueología castreña, a la sociedad en su conjunto, tanto la asturiana en este caso, como la de otras poblaciones del noroeste de la península Ibérica, así las cosas, somos testigos, una vez más de la más bochornosa incompetencia y desinterés absoluto por parte del actual Gobierno de Asturies por nuestro patrimonio histórico-cultural.
¿Cómo puede justificarse que sabiendo que existen yacimientos por excavar, algunos de la Edad del Bronce y otros de la Edad del Hierro autorice un tipo de obra civil que literalmente destrozaría estos yacimientos sin posibilidad de recuperación? Sencillamente no puede justificarse… no tiene reparación.
Es por esto que desde la Liga Celta de Asturias exigimos al Gobierno de Asturies que ponga freno a este sinsentido y cumpla con su obligación que, en este caso, es la de proteger, mantener y garantizar pervivencia de este patrimonio, que es de todos los asturianos, y dedique más recursos a la investigación de la historia y cultura asturianas y menos a su desaparición, como sería en este caso concreto. No hacer caso a esta petición sería atentar contra nuestro patrimonio sin justificación ninguna
Gran plaza pavimentada del Chao Samartín. Malinterpretadas como desplomes producidos tras la excavación, las evidencias que muestran la violencia del seismo que causó la ruina del poblado serán destruidas para, tras picar y rebajar la base geológica, construir, sobre un encofrado de hormigón armado, un muro de nueva factura contrachapado con piedra caliza local”
Todos los restos correspondientes a las fases más antiguas del poblado, muchos de ellos excepcionales en Asturies, serán sepultados y excluidos del discurso general de la visita pues “su interés no es elevado” (sic). Entre otros el edificio más antiguo hallado en Asturies (800 a.C.).
Para facilitar el acceso a los fosos, cuya secuencia estratigráfica documenta episodios excepcionales de la refortificación del castro por el ejército romano, serán extensamente alterados por la construcción de una rampa.
El movimiento de tierra, bien superior al que ha requerido algunos años de excavación a un equipo especializado, será realizado con medios mecánicos y controlado como cualquier obra de carretera con un mero “seguimiento arqueológico”.
Sobre estos mismos elementos, las fortificaciones exteriores aún no excavadas, y ocupando un lugar clave para la observación del yacimiento por parte del visitante desde el Museo y en su aproximación a las ruinas, se construirá un edificio “de acogida”.
La obra la implicará destrucción de horizontes arqueológicos fértiles, la modificación de su morfología y la degradación definitiva de la principal vista del yacimiento.
Fernán Morán, Presidente de la Liga Celta de Asturias.
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