El abandono del transporte público asturiano provoca situaciones esperpénticas, como la cancelación de casi cien trenes en tres días “por falta de repuestos”
Sumándose a los ya habituales retrasos y paradas por avería, esta semana vamos camino del record en supresión de viajes de cercanías: 30 cancelados de lunes, 38 de martes, 22 de miércoles… todos ellos sin previo aviso ni publicación de las cancelaciones a través de la página web de FEVE ni en su Twitter.
La escasa conservación de los trenes, la falta de piezas de repuesto e incluso de personal llevan a los pasajeros a una situación de incertidumbre continua que les empuja a otros medios de transporte.
El problema de la falta de material viene a sumarse al de la falta de personal. Por un lado, la empresa anima a los conductores más veteranos a abandonar su puesto ofreciéndoles buenas condiciones y por el otro no cubre esas bajas ni cumple los acuerdos alcanzados para contratar a los conductores que han pasado por un periodo de prácticas con la promesa de ser posteriormente contratados -once maquinistas se encuentran en esa situación en Asturies-
En este momento están a punto de quedar libres los puestos de cerca de veinte maquinistas y doce mecánicos, con lo que los dos departamentos, que ya precisaban con urgencia más personal, quedarán en situación crítica.
Por sulado, el gobierno de España -último responsable de la conservación de este servicio- continúa sin dar respuesta a la pregunta llevada al senado por Andecha Astur hace un año en la que se denunciaba esta situación de abandono de lo que ha sido un servicio público ejemplar, apuntando a “una intención privatizadora de los recorridos rentables y la despreocupación del resto, con el consiguiente desconexión territorial de nuestro país”, postura que se ve apoyada por el hecho de que los trayectos que más cancelaciones han padecido los han sido los de la línea Xixón-Uviéu-Trubia, una de los más rentables.
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