La jornada de ayer, con las mujeres en huelga, concentraciones en las plazas de los ayuntamientos del país, piquetes y barricadas culminó en Xixón con la manifestación más multitudinaria en muchos años
La jornada dio comienzo temprano. A las doce de la noche las primeras compañeras salían a la calle en la marcha nocturna de Uviéu y han sido varias las que han pasado primeras horas del alba “adornando» las estatuas masculinas de Asturies con delantales y escobas. Los piquetes -informativos- han acompañando desde primera hora a aquellas que decidieron ir a trabajar, animándolas a participar en la huelga pero siendo conscientes de que muchas de las que lo hacían era por miedo (al patrón, al marido, a ser despedida, a no un cobrar bastante para pasar el mes, a la posterior represión…). No han faltado las pintadas ni las barricadas.
Por la mañana, colegios sin mamás que los lleven niños, delantales en las ventanas, concentraciones en algunos centros de trabajo, tiendas cerradas y bares con largas colas con camarerOs que no daban a basto. Delante de los ayuntamientos, impresionantes concentraciones de miles de personas que ya daban una idea de lo que iba a ser la manifestación de la tarde.
A las 6 y media de la tarde la Plaza del Humedal ya era un hervidero. A las siete empezó a salir la marcha; eran más de las nueve cuando las últimas banderas iniciaban el recorrido. Mujeres, niñas y viejas, jóvenes, muchachas y también algunos hombres solidarizados con la causa, una marea humana al grito de “Nos queremos vivas, libres e sin miedo”
Si algo han mostrado ayer las asturianas y las mujeres del mundo ha sido su capacidad de convocatoria, de lucha y de movilización.
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