Los jardines del Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA) han sido nuevamente fumigados con un herbicida conocido por su peligrosidad para la salud humana
Es cierto que los herbicidas a base de glifosato son más económicos que otros tipos menos agresivos para la salud humana, pero a juicio de la CEA, que ha denunciado los hechos, eso no puede ser argumento para utilizar productos tóxicos poniendo en situación de riesgo a la población, y menos aún en las inmediaciones del mayor centro sanitario de Asturies.
Según la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, existen estudios científicos que relacionan el uso del herbicida glifosato con diversas enfermedades, ya que actúa como un disruptor hormonal, provocando efectos adversos como toxicidad subaguda y crónica, daños genéticos, trastornos reproductivos, aumento de la frecuencia de anomalías espermáticas y carcinogénesis.
Además, cada preparado herbicida que contiene glifosato viene acompañado de otras sustancias que facilitan su absorción y que multiplican su toxicidad. Entre estos ingredientes están el N-nitroso glifosato que, como otros compuestos nitrogenados, son cancerígenos y el formaldehido, otro carcinógeno conocido que se forma durante la descomposición del glifosato.
Los efectos nocivos de este herbicida afectan tanto al medio ambiente como a las personas del entorno, especialmente los trabajadores que lo emplean y los que permanezcan en las inmediaciones de los lugares en los que se utiliza, siendo también un importante contaminante de las aguas subterráneas por filtración del mismo.
Legalmente para su uso es necesario avisar previamente a los colindantes del riesgo antes de comenzar a utilizarlo para que puedan mantenerse apartados de sus efectos.
Su uso en los alrededores de un centro sanitario, de donde los pacientes no pueden marchar y son especialmente sensibles a cualquier agente nocivo parece por tanto especialmente desaconsejado.
Nuria Prendes
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