Una encuesta de la Consejería de Sanidad muestra que la precariedad económica del pueblo asturiano lleva el frio al seis por ciento de los hogares
El 6% de las familias declaran que no pueden permitirse encender las estufas ni en los días más fríos y más del 4% reconoce tener problemas para pagar sus facturas de luz, agua y teléfono. En numerosos hogares la privación llega a la falta de agua caliente y en los casos más extremos a la ausencia de medios para cocinar. La situación se ha agravado tras las fuertes subidas de las tarifas eléctricas durante los días de mayor frio en febrero y es previsible que empeore ante los cambios del bono social introducidos por edp y que harán que muchas familias pierdan este apoyo económico para el pago de la luz.
El problema no se reparte de modo uniforme, afecta con más dureza a las familias monomarentales, es más habitual en las ciudades -donde se concentra la mayor precariedad de las viviendas- que en el medio rural y entre familias con pocos estudios, siendo el factor determinante la falta de trabajo o los empleos precarios de los padres y madres.
El análisis de la situación revela alteraciones en la salud de les encuestados en función de esta exposición al frio, siendo importantes los problemas derivados de la humedad y las bajas temperaturas entre la población de ente cero y catorce años.
Llucía F. Marqués
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