Para quien ande aún despistado, la cita es mañana, sábado 21 de abril de 2.018, a las doce el mediodía delante la estación de tren de Uviéu, una fecha que todos esperamos que sea histórica
Con más de cien entidades apoyando explícitamente la manifestación por la Oficialidad, la asistencia se espera masiva. Debería serlo, ¿no? No se puede esperar otra cosa después del apoyo explícito a la Oficialidad de la llingua aportado por la sociedad asturiana en pleno, con declaraciones de soporte de casi todos los partidos, desde los más históricos defensores hasta los más tradicionales y encerriscados enemigos de lo asturiano, con los sindicatos de todos los sectores del mismo lado, incluyendo los que jamás han usado una palabra en nuestra lengua en carteles, comunicaciones y discursos, con asociaciones de todo tipo -musicales, feministas, de familias, ganaderas, de vecinos, literarias, culturales…) grupos musicales, clubs deportivos, editoriales y bares, entre otros, representando el conjunto del pueblo asturiano.
Mismo si siguen haciendo oídos sordos y del encuentro de mañana en un surge la reacción política esperada, que oficialice la lengua nacional de inmediato, la acción combinada de todos los que se acaban de posicionar a favor de la Oficialidad la hace imparable. Porque si de verdad los partidos quieren y los sindicatos quieren y la gente quiere, si la voluntad política
de quienes participan en esta convocatoria es real ¿Quién lo puede evitar?
Nada más una última reflexión. Una vez alcanzado el derecho, con la Oficialidad por la que tanto hemos luchado en la mano, que no nos quieran timar: la queremos con contenido y hechos, no más papel mojado. La Oficialidad es el primer paso para la recuperación y dignificación del asturiano, un paso importantísimo, urgente e imprescindible, por supuesto, pero el camino sigue.
Llucía F. Marqués
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