«Si no me matan, no me creen» . Esa ha sido una de las consignas más repetidas a lo largo de las tres concentraciones que han reunido hoy a miles de estudiantes asturianos en rechazo de las últimas sentencias por delitos de violencia sexual. Una frase tremenda, tanto más cuando es cierta
Diez de mayo, huelga de estudiantes de secundaria y universitarios, y esta vez en un es una reforma educativa lo que está sobre la mesa, sino la seguridad de las propias estudiantes.
Después de unas sentencias que, según las representantes de los estudiantes «dan via libre a los violadores para hacer con nosotras lo que quieran», las jóvenes no se sienten seguras. Denuncian la protección que el sistema ofrece a los agresores –«A ellas la culpa, a ellos la disculpa»– y exigen unas leyes que protejan a las mujeres, porque «las calles, la noche, también son nuestras».
En las tres concentraciones convocadas esta mañana en Avilés, Xixón y Uviéu se han reunido miles de estudiantes, chicos y chicas que tienen bien claros los conceptos: «Con la ropa o sin la ropa, si no quiero, no se toca» «En mi cuerpo mando yo» ,»Si no es consentido es violación» o el ya mítico «No es no» han sido algunos de los gritos que se han hecho oir. «Yo si te creo» ha sido otro, pero siendo conscientes de que de poco vale que las crean o no, porque, eso lo tienen claro nuestros estudiantes:
«Los jueces españoles amparan violadores».
Llucía F. Marqués
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