La Coordinadora Ecoloxista vuelve a reclamar a la Consejería de Infraestructuras del «Principado» que vede por tres años la pesca fluvial en el río Esva, propuesta que llevában reiterando desde hace años, aunque en esta ocasión tienen especial esperanza de ser escuchados
El descenso evidente de la población salmonera y de truchas en el Río Esva perocupa a diversos sectores de la población, aunque por distintos motivos. Sin embargo, los ecologistas denuncian que la Consejería considera como únicos interlocutores válidos para esta cuestión a los pescadores, y tampoco a todos, sino a los integrados en la asociación llamada “la Socala», quienes inicialmente parecían estar de acuerdo con la propuesta de veda que ahora rechazan, con argumentos como que: «últimamente se pescan sólo diez o quince ejemplares», algo que si algo evidencia es la situación de riesgo de desaparición en un río en el que hace tres décadas se pescaron 805 salmones, sobrepasando las capturas realizadas el mismo año en el Narcea, Eo o Cares.
Desde la Coordinadora Ecoloxista consideran imprescindible para la recuperación de la fauna del río Esva -no sólo de los salmónidos- un plan más complejo, que además de la veda total propuesta inicialmente, incluya de manera preferente la eliminación de todos los obstáculos a los flujos migratorios de los peces existentes en el cauce, como son los azudes en desuso, y la adecuación de los que aún se utilizan evitando la entrada de peces en los canales de derivación, como sucede en la mini central existente en Brieves. Al mismo tiempo consideran importante erradicar los vertidos, tanto urbanos como ganaderos, que aún se producen en el río.
Está claro que estas medidas, deben de ir acompañadas de un gran refuerzo de la vigilancia medioambiental en el río, tanto en efectivos como en efectividad, a fin de controlar el furtivismo aún bastante presente en el río Esva.
Reivindican el río como algo más que «un vivero de truchas y salmones donde un colectivo más o menos reducido realice la actividad de pesca, y que eso suponga el reconocimiento de ellos como propietarios del río y de lo que el mismo contiene. El río es propiedad de todos, practiquen o no la pesca, y su disfrute debe ser gestionado eficazmente por la administración desde un punto de vista de responsabilidad, y habrá que verlo como un ecosistema realmente complejo donde todas las especies presentes en él tienen derecho propio a estar ahí».
Redaición InfoAsturies
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