La ineficiencia administrativa en la tramitación de los permisos para la realización de mejoras en instalaciones ganaderas hace intuir intencionalidad a la hora de perjudicar al sector ganadero frente a otros
Los retrasos en la concesión de permisos van impidiendo, en al menos cuatro ocasiones que las obras necesarias para recibir ayudas y subvenciones se hagan dentro el plazo estipulado, perjudicando principalmente a ganaderos jóvenes que tratan de revitalizar el sector en una zona que prioriza el turismo. Estos retrasos se inscriben dentro del boicot al funcionamiento del Ayuntamiento que los funcionarios puestos a dedo por el PSOE llevan a cabo contra el actual consistorio.
En el último caso que ha salido a la luz, la subvención había sido concedida a Javier Cantero y Graciela Martín, ganaderos de Piñeres de Pria, para la construción de una nave agrícola con sistema de ordeño robotizado, preparada para acoger las 60 vacas con las que contaban ampliar su explotación.
Los trámites para la edificación comenzaron en el año 2016, con dos años de plazo que finalizaron el día 14 del presente mes. Un primer retraso, la obligación de cambiar la altura de la nave, retrasa los trámites directamente más de un año: el que tardaron los responsables del concejo desde que se introdujeron los cambios en el proyecto hasta que aprobaron la reforma del mismo.
Una vez aprobado y concluido el periodo de información pública sin que se presentaran alegaciones, son informados de que el expediente tiene que ser remitido a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico para su estudio, porque así lo exige la CUOTA. Sin entender muy bien porque ese trámite no se realizó a la vez que los anteriores, esperan con paciencia y en noviembre del 2017 reciben la resolución favorable.
Es entonces cuando un cúmolo de bajas laborales en el ayuntamiento vuelven a retrasar el papeleo, hasta febrero de 2018, cuando reciben el aviso de que el proyecto ha recibido una alegación de la Escuela de Arquitectos. Aunque la alegación estuviera fuera de plazo, resuelven también ese problema.
En este punto falta nada más que el secretario municipal envie el informe jurídico de implantación a la CUOTA, labor que le lleva mes y medio, en los que los ganaderos acudieron diariamente a preguntar por avance de las gestiones.
Para rematar, desde otras instancias ajenas al Ayuntamiento de Llanes, son informados de que todo el proceso está sembrado de errores administrativos, imposibles de subsanar dentro el plazo previsto. Resultado: subvención perdida por ineficacia ajena.
El caso es más grave aún cuando se sospecha cierta intencionalidad, o como poco, cierta desidia intencionada: Javier Cantero informa de la existencia de a el menos otros tres casos semejantes en los que ganaderos que quieren expandir su explotación pierden mucho dinero por que los trámites no se hacen bien, ni en forma ni en tiempo.
Llucía F. Marqués
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Intencionalidad se escribe así. Pasa el corrector ortográfico Llucía.
Gracies pol avisu. Son coses que pasen cuando se torna del asturianu, llingua na que son escritos anicialmente los artículos. Un lapsus linguae…