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Mieres declara la Sidra bebida oficial de su concejo y es noticia en los periódicos; La Fundación Principe de Asturias ufre en su convite a les premiados, Vino “Rioja” y Cava Catalán y en una sal en ningún periódico.
Ésta es la Asturies donde vivimos. Donde nuestro «Principado» y la mayor parte los Ayuntamientos organizan actos con «vino español» Rioja mientras se les llena la boca (y la panza) en Fitur y algunas ferias publicitando el vino y la sidra asturiana.
O espabilamos, o perdemos esta partida. Y vamos camino de ello: ya encuentro más sidra vasca o gallega que asturiana en las grandes superficies. Ha sidra en muchos países, pero somos el único país del mundo que la echa, y estamos perdiéndolo. Cada vez cuesta más encontrar una sidrería donde echen la sidra mientras comemos; y si no la echan es casi imposible localizar una carta con Sidra de Mesa, Espumosa, de Hielo o Aguardiente de Sidra; todas con algunos premios internacionales.
¿Por qué no es posible en Asturies empezar una comida tomando unos culetes (o culinos. Culines jamás), sentarse a almorzar con sidra de mesa o brut y rematar la cena con un chupito de Sidra de Hielo o Aguardiente de Sidra? Voy por algunos restaurantes y me miran con cara rara cuando les pregunto por estos productos, pero a la vez ofrecen vinos de 30 D.O.P.s diferentes del mundo.
Además, las miras cortas que tenemos para el marketing. Seguramente que no un vais a Murcia (por poner un ejemplo) a pedir sidra asturiana, pero en la mayor parte los restaurantes asturianos es más fácil encontrar Vino de Murcia que sidra de hielo. Algo estamos haciendo mal.
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