Tras las derrotas electorales del 2015 el histórico partido entró en quiebra económica

En septiembre de 2016, el Juzgado Mercantil número 4 de Barcelona decretó que UDC tenía una deuda de 22,5 millones de euros, mientras que sus activos se reducían a solamente 5,8 millones de euros. Fue dictado entonces un proceso consursal. En este contexto, el Comité de Gobierno de UDC anunció este 24 de marzo el cese de su actividad como órgano así como la disolución formal de la organización.

Desaparece así un protagonista de la vida política catalana del siglo XX. Unió Democràtica de Catalunya, de ideología demócrata-cristiana, fue creada el 7 de noviembre de 1931, tras la publicación de una manifiesto firmado por exmilitantes de Acció Catalana y del Partido Carlista.

Durante la II República UDC adoptó una línea de actuación bastante centrista, apoyando en 1934 la Ley de Contratos de Cultivo que impulsaban las izquierdas, con la oposición tanto de la Lliga de Catalunya como de la CEDA. Cuando también en 1934 la Generalitat de Lluís Companys, muy enfrentada al Gobierno central, proclamó el Estado catalán, UDC rechazaría participar en esta iniciativa. Tras el fracaso del golpe de estado del 18 de julio de 1936, los militantes de UDC se encontraron en una situación especialmente complicada, siendo perseguidos y represaliados por ambos bandos. Por la derecha española, por republicanos, y por la izquierda española, por católicos.

Durante el franquismo, fortalecería sus vínculos con el PNV, con el cual compartía una misma ideología nacionalista y demócrata-cristiana. En las elecciones a Cortes Constituyentes de 1977, participó en la plataforma de ámbito estatal Federación de la Democracia Cristiana, que únicamente logró dos diputados por Barcelona.

En 1978 llegó a un acuerdo con Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido de Jordi Puyol, conformándose la coalición Convergència i Unió (CiU), que gobernó la autonomía catalana durante un amplio período de tiempo (1980-2003 y 2010-2015)

En 2015 las discrepancias entre Artur Mas (CDC) y Duran i Lleida (UDC) sobre el proceso independentista catalán provocarían la desintegración de la coalición.

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