Hay noticias que se leen mejor juntas. Una, Asturies recibe la menor inversión estatal en veinte años, dos, se consta que padecemos la mayor caida del PIB de todo el estado y para la tres voy un poco más lejos en el tiempo, alrededor de un año atrás, con las declaraciones de Javier Fernández
Llucía Fernández Marqués
Hay quienes verá la relación entre las noticias mejor que otros, pero el caso es que, mientras el producto interior bruto tiene en España una tendencia al crecimiento (+3,2% de media el último año) en Asturies este índice, buen indicador del nivel de vida y de las esperanzas de avance económico de un país, sigue cayendo. Para ser más concretos, cae un -6,4%, ello es, la evolución es en suma casi un diez por ciento peor que la del conjunto del estado.
En lo que respecta a la deuda pública, los asturianos debemos más cada vez, algo que preocupa viendo que producimos menos. Es interesante mirar para atrás y ver la evolución a largo plazo: en 2005 el adeudamiento por persona era de 755 € por habitante, frente a los más de 4.000 que corresponden actualmente a cada asturiano/a,
Todo ello dibuja una imagen más bien triste de nuestro país, pero el golpe de gracia nos lo da el estado español con los presupuestos. Un 31% menos de inversión estatal. No hay dinero para la variante, ni tren en Xixón que valga, la cultura recibe un pellizco y las misérrimas inversiones enfurruñan a los empresarios. Igual lo teníamos que haber visto venir, Javier Fernández ha indicado el camino muy bien al gobierno español: “El asturiano no es prioridad para el gobierno”, ha dicho.
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