La falta de lluvias, el incremento constante de la contaminación y la intensa floración de las gramíneas convierten este mes nuestro aire en un coctel explosivo para las personas con afecciones respiratorias
Los primeros efectos de esta primavera, exageradamente seca -llovió un 50% menos de lo habitual-, a la que se unen las continuas alertas por contaminación, ya se han hecho notar: Se disparan los ingresos hospitalarios en Asturies por causas respiratorias.
En este mes hemos alcanzado records de contaminación en la comarca de Avilés, en las cuencas, en Xixón, en Uviéu… las alarmas son continuas y alcanzan valores estratosféricos, sin que eso repercuta en ningún tipo de acción para poner fin al problema.
La falta de lluvias, además de no limpiar el aire, propicia los incendios y favorece la floración de las gramíneas. Afortunadamente, el fuerte viento está ayudando a dispersar ambos elementos, el polen y las partículas.
En cualquier caso y considerando que lo peor está aún por llegar, se recomienda a las personas con alergias que siempre que esté en su mano eviten hacer deporte ni trabajos, en el exterior, evitar pasear por zonas con hierba alta, usar gafas de sol y cerrar tanto las ventanas como las ventanillas de los vehículos en los que viajen.
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