Este domingo se ha celebrado en Xixón, como ya viene siendo costumbre, la Carrera de la Mujer. 8.000 personas corriendo 5,5 Km “con buen rollo” para financiar entre todas la lucha contra el cáncer de mama
Este era el año trece de la Carrera de la Mujer y yo tenía, dichosos los ojos, el díe llibre, así que dije, ¿Por qué no? Cinco km y medio corriendo en bloque el día más caluroso del siglo no tiene porque ser un mal plan, si la concienciación contra el cáncer de mama, la lucha contra la violencia de género y el fomento de la práctica deportiva femenina son los objetivos…
Lo reconozco, tanto rosa -camiseta Oisho megafashion-ya me daba grima desde el inicio y lo escrito no ayudaba «Hoy ganan las chicas» ¿hoy nada más? Que peligro… eso sí, lo del dorsal 016 (teléfono de atención a las víctimas de maltrato en el hogar) me pareció un detalle bien pensado.
Antes de comenzar, abro con ganas “la bolsa de la corredora “, rosa, en la que cuento encontrar agua, barritas energéticas y esas cuestiones de avituallamiento usuales para la práctica deportiva. Pues no, el pack trae hasta diez productos “sanos y naturales”, por supuesto bajos en calorías o directamente adelgazantes, algo tan útil para una carrera como aceite de oliva virgen, mayonesa y colacao 0% matería grasa y tres bolsitas de infusiones. Como no, imprescindible en toda concentración femenina, recibo también dos revistas del corazón ( ¿?)
Antes de la salida, un poco música y unos bailecitos, lo más normal, antes de una prueba de atletismo, ¿no?. Salgo tras la «marea rosa». Las cámaras buscan la foto : «Una sonrisa al pasar el arco” oigo decir al llegar meta “Que sale en Cosmopolitan, la tele de las mujeres que encantan a los hombres”. No doy crédito. Menos mal que, para recuperarme, me dan un botellín, rosa, de agua. Seguidamente, un poco de Zumba, fitness y esas cositas de mujeres. A esas alturas ya me ha quedado claro que en cuanto a estereotipos sexistas íbamos sobradas.
“Igual tenias que haber imaginado mirando los patrocinadores”, me dice una compañera, así que echo una ojeada. Junto a la Central Lechera Asturiana -muy propio, la verdad- localizo otra serie de marcas que no un repetiré aquí, pero que incluyen cinco de productos “lights”, dos clínicas “de embellecimiento” y la FEDA, Federación Asturiana de aerobic. Si, ahora entiendo mejor algunas cosas. . No puedo dejar de posar la vista en uno de los copatrocinadores, DKV seguros médicos, polémicos por rechazar como nuevas clientas a enfermas de cáncer de mama.
Bueno, digo como para mí, que importa, si lo que cuenta son esos diez euros que acabo de donar para la lucha contra el cáncer… Ah ¿qué no? ¿Qué para eso va menos de un Euro? ¿entonces?. Entonces será que para el luchar contra el cáncer mejor pongo la camiseta de sanidad pública y reclamo una asistencia sanitaria de calidad para todos y para todas en la próxima mani.
Me siento estafada, incluida con trampas en un evento macropublicitario, sexista y manipulador. Rumbo a casa tiro la bolsita rosa de la corredora. Que mal sabor deja tanto hartazgo de rosa.
Llucía F. Marqués
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.