Un año después de la nueva declaración de Oficialidad de la Llingua en Bimenes los asturianos siguen esperando que su ejemplo se extienda por todo el país
En Bimenes acaban de celebrar su vigésima primera Fiesta de la Oficialidá, siendo plenamente conscientes de que, si bien es cierto que tienen mucho de lo que estar orgullosos, aún queda mucho por trabajar en el ámbito de la normalización lingüística. Por eso, en el acto institucional previo a la fiesta, aprobaron las ordenanzas municipales de uso del asturiano, que tendrán de guiar los pasos de los yerbatos a la hora de concretar en hechos la oficialidad, sabiendo que esta es el primer paso imprescindible, pero no el último, para mantener viva la lengua nacional.
La que fue considerada por votación popular la Meyor Noticia l’Año 2.016 no tuvo el eco que cabría esperar de un hecho tan relevante. Aunque en algunos concejos -Mieres y Llaviana- se dio respuesta a la presión ciudadana a través de unas Ordenanzas de uso parecidas a las de Bimenes, son muchos los que siguen pendientes de hacer esta labor, y el paso definitivo de declarar la oficialidad no parece abulta cercano ni siquiera en los ayuntamientos teóricamente favorables a la llingua.
Los diez concejos en los que tienen poder de gobierno los partidos que se posicionan a favor de la oficialidad incluyen al 70% de la población asturiana, por lo que una acción decidida por su parte implicaría poco menos que la oficialidad para la gran mayoría de los asturianos. Mieres y Llaviana dieron un paso adelante, aunque no completo, pero sigue sin tratarse el tema con seriedad en los concejos de Castrillón, Grau, Illas, Llangréu, Riosa, Teberga, Uviéu y Xixón.
Desde Andecha Astur valoran positivamente la actitud del Ayuntamiento de Bimenes, “declarando la oficialidad del asturiano y manteniéndola a pesar de las presiones y represiones, constituye un ejemplo de coherencia y una referencia obligada cara a avanzar paso a paso en el reconocimiento de los derechos lingüísticos del Pueblo Asturiano” y anima a Podemos y a IU a “ romper con su política de “gestos sin hechos” siguiendo los pasos de Bimenes y enfrentando el modelo de represión lingüística mantenido por PP y PSOE con el silencio cómplice de Foro y C’s .
Además del acto institucional, la fiesta de la Oficialidá celebró su ya tradicional hermanamiento con Miranda do Douro, concejo en el que el mirandés, lengua hija del asturiano, es oficial, inaugurando un monolito con el lema «La nuesa alma ye la nuesa tierra». A continuación comenzó la comida popular y la jornada de fiesta propiamente dicha, con juegos infantiles, música, danza, concurso de echadores de sidra y el concierto de Anabel Santiago como cierre de esta cita ineludible para quien se llame defensor del asturiano.
Llucía F. Marqués
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