Como cada verano, el Servicio de Salud del “Principado” ordena el cierre de plantas en los hospitales asturianos, independientemente de los miles de pacientes que esperan turno para ser atendidos y/o intervenidos, muchos con esperas de más de medio año, en un proceso que favorece la paulatina privatización del sistema sanitario
Hasta casi finales de septiembre permanecerán cerradas cerca de 300 camas en los hospitales asturianos, repartidas entre el Hospital Universitario Central de Asturies (HUCA), el San Agustín, la Cadellada, y el Hospital de Cagüeñes. Según la información que manejan las centrales sindicales de CC OO, Sicepa y CSI, solo los hospitales de Cangas del Narcea y Les Arriondes no reducirán su capacidad-. Mientras tanto, son muchos los miles de asturianos en espera de ser atendidos. El resultado a medio plazo es una deriva de los pacientes desde el servicio público hacia la medicina privada.
Durante cerca de tres meses en el Hospital Universitario Central de Asturies (HUCA) quedarán inhabilitadas 80 camas, a pesar de que según los últimos datos, en mayo había 5.507 pacientes esperando su turno para ser atendidos en las instalaciones del HUCA, el único centro sanitario del Sespa con demoras por encima de los seis meses, estando 182 pacientes en esta situación.
En el Hospital de Cagüeñes treinta camas cerraron ya a principios de junio y otras treinta en julio. Además en este centro también hay noticia de anulación de consultas de varias especialidades a lo largo del verano.
En el San Agustín, en Avilés serán en total 65camas, 30 en Mieres-a las que habría que sumar las de la planta que permanece cerrada desde su traslado a la nueva ubicación-; Llangréu, otras 30, y Jarrio, 24. En total, el Sespa disminuirá su labor quirúrgica y asistencial con el cierre de 290 camas en seis de sus ocho hospitales. Pero en verano no solo se trata de plantas cerradas y camas fuera de servicio, sino también de consultas que reducen sus días de atención y su volumen habitual de citas.
Los sindicatos dicen que se trata de «un plan economicista que solo busca ahorrar dinero» acusándolos de tratar de ahorrarse la contratación de personal para sustituciones. Andecha Astur va un paso más allá y acusa al “Principado” de estar llevando a cabo un proceso encubierto de privatización. Mientras el servicio público se reduce drásticamente, los hospitales de capital privado no reducen sus camas ni sus consultas durante el periodo estival, de manera que son muchos los pacientes que pudiendo ser atendidos con medios públicos deben trasladarse a los privados.
Llucía F. Marqués
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