La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies denuncia la presencia de turistas en la islla del Bornizal, que es una zona de uso restringido de la reserva natural de la ría de Villaviciosa. Todas las autoridades alegan que carecen de medios humanos para comprobar los hechos y sancionar a los infractores
La acampada libre no está permitida en Asturies. Mucho menos si se trata de un espacio, perteneciente a una Reserva Natural Parcial, como es la ría de Villaviciosa, reconocido en la Lista de Humedales de Importancia Internacional por sus destacados valores ambientales RAMSAR (Convención Internacional relativa a los Humedales de Importancia Internacional), que es Lugar de Interés Comunitario (LIC), y Zona Protección de las Aves (Zepa).
En el islote está prohibido incluso adentrarse sin autorización, algo que obviaron estos turistas, quienes instalaron varias tiendas de campaña en pleno santuario.
La inoperancia y la falta de interés de las autoridades quedó de relieve en el particular recorrido de denuncias que siguieron los miembros de la Coordinadora: El Seprona dice que no interviene al no ser delito penal. La Policía Municipal dice que no interviene al ser cosa del Principado. El Principado admite que es su competencia, pero al no tener guardería en la ría desde hace tiempo, dependen de la zona central, donde solo hay una guardia de fin de semana (¿?) que estaba “en otras tareas” a decenas de kilómetros cuando se requirió su presencia.
Los ecologistas temen que la impunidad de los infractores anime a otros a imitarlos, ya que fueron miles las personas que fueron testigos de la invasión del santuario de aves.
Desde Andecha Astur también han enviado un comunicado mostrando su indignación ante esta invasión, en el que culpan de la situación a “las prioridades del “Principado”” denunciando “su política de desidia con nuestro medio ambiente y el apòyo de un turismo salvaje, masificado y de bajo nivel y rentabilidad”
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