La brecha salarial sube más de cuatro puntos, mientras el desempleo, la temporalidad y el trabajo en negro afectan más a las mujeres que a los hombres
La Estrategia Asturiana contra la Brecha Salarial puesta en marcha por el Gobierno del Principado, no parece estar teniendo muy buenos resultados: en una década las mujeres pasaron de cobrar un 24,1% menos que los hombres a cobrar 28,6% menos.
Esto se traduce en una media de alrededor de 7.500 euros de diferencia anual entre los salarios de un asturiano y una asturiana. Esta disparidad crece con la edad, y una mujer de más de 45 años, además de tenerlo muy difícil para conseguir trabajo, cobrará más de 8.000 € menos que sus compañeros.
Las mujeres también continúan siendo las que ocupan la mayoría de puestos laborales “en precario”, es decir, temporales, a tiempo parcial y/o que están por debajo del umbral del ‘mileurismo’. En la escala salarial más alta, con un salario medio de 135.796 euros al año, solo hay un 19% de mujeres, ocho de cada diez de estos puestos de trabajo mejor remunerados están ocupados por hombres. El 89% de las asturianas que cotizan lo hacen en el inestable sector servicios.
En el ámbito de los trabajos “en negro” nos encontramos con miles de mujeres –sobre todo en el sector de la limpieza y el cuidado de personas- trabajando sin cotizar y en condiciones muy por debajo de lo legal.
Como consecuencia de esta situación, las jubilaciones que percibirán en el futuro serán muy inferiores a las de sus compañeros masculinos. De hecho, en lo que a pensiones se refiere, la brecha salarial se acerca peligrosamente a los 9.000 euros.
El poco alentador cuadro pintado con estos datos se redondea con una fecha: se estima que para que las asturianas alcancemos la igualdad salarial faltan alrededor de 170 años.
Llucía F. Marqués
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