Las dificultades para escolarizar a los niños es un importante factor en la pérdida de población de los nucleos rurales asturianos, con la consiguiente pérdida cultural
Iván Fernández, de 15 años, a punto de comenzar cuarto de la ESO recorría a diario un kilometro y medio a pie para llegar a la parada del autobús escolar. Su familia se ha cansado. Han decidido que, mientras no pasen a buscarle, estudiará en casa.
La vivienda de Iván está a cuatro km. del instituto y aunque hay autobús escolar, este pasa demasiado lejos. Hay un taxi que recoge a los escolares de distintos pueblos, pero desde el año pasado ya no pasa por Ronzón. Después de pasar todo un curso madrugando y caminando a oscuras por una carretera sin arcén, sus padres han tomado una decisión: no lo enviarán a clase.
No es una situación única, ni siquiera infrecuente, que los menores asturianos tengan serias dificultades para acudir a una escolarización que, dicho sea de paso, es forzosa. Solo en aquellos casos en los que las familias han plantado cara a la administración se ha buscado solución (no siempre satisfactoria) a estos conflictos.
Muchas familias acaban decidiéndose por abandonar los pueblos en busca de mejores condiciones para sus hijos y otras no se deciden a irse a vivir a pueblos precisamente para no encontrarse con estos problemas. Este es un factor importante dentro del preocupante fenómeno de despoblación de nuestros pueblos, con la consiguiente pérdida de toda una forma de vida, probablemente la más unida a las raíces asturianas. Un paso más en la destrucción de nuestra identidad.
Llucía F. Marqués
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.