Enormes nubes naranjas se sumaron ayer a las habituales emisiones de la acería de Arcelor en Carreño, generando alarma entres los vecinos
Aunque las nubes rojizas y anaranjadas son ya habituales en el proceso del convertidor de la acería, la de ayer fue especialmente llamativa tanto por su tamaño como por su intensidad, reavivando la preocupación y las peticiones de solución de las personas que padecen esta polución.
La acería, que tiene 27 años, reformó el año pasado sus convertidores, con lo que se esperaba que remitiesen las emisiones de partículas con metales que eran habituales. La reparación disminuyó el tamaño medio de las nubes, pero al mismo tiempo multiplicó su frecuencia, con lo que la contaminación generada en el proceso continúa afectando gravemente a los vecinos de Carreño y a la calidad del aire de toda la zona.
Para la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, está claro que el actual proceso de aspiración lavado y depuración de gases de la acería no es el adecuado y es preciso mejorarlo sin demora para evitar estas continuas emisiones contaminantes. Además de esta nube naranja, ayer se detectaron también nubes negras en la misma instalación.
Hay que recordar que los picos de contaminación atmosférica disparan los ingresos hospitalarios en Asturies por enfermedades respiratorias, de acuerdo a un estudio epidemiológico realizado por la consejería de Sanidad y presentado el año 2016.
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