El 35,5% de los asturianos menores de 30 años se encuentran en situación de riesgo de pobreza o exclusión social y la emancipación en solitario resulta prácticamente imposible para los jóvenes. Formar una familia se convierte entonces en una decisión arriesgada
Considerando el total de las mujeres asturianas, los datos son de 12,32 casos por cada mil mujeres, pero al tratarse de una población tan envejecida, la tasa se dispara cuando se plantea en términos de edad fértil, alcanzándose el año pasado una tasa del 25,5 por ciento de los embarazos, lo que situa al país en el primer puesto de abortos por mujer en edad fértil a la cabeza de Europa.
Las cifras apuntan a que al menos uno de cada cuatro de los embarazos terminó en aborto, casi en su totalidad (90%) voluntarios, según los datos del Instituto de Política Familiar (IPF). Llevamos liderando esta tasa desde hace más de 25 años: Asturies registró en el periodo 1991-2016 un total de 53.394 abortos y también cuenta con el mayor porcentaje de mujeres que han abortado en más de una ocasión, el 42 por ciento.
Un factor importante en este dato es la cultura tradicional asturiana, en la que el tabú de la interrupción voluntaria del embarazo es mucho menor que en el estado español, pero no cabe duda que la situación socioeconómica, la inestabilidad laboral y el difícil acceso a la vivienda son cuestiones determinantes que empujan a la mujer a tomar esta decisión.
Nuria Prendes
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