Dentro del deterioro progresivo del sistema sanitario, la Asociación el Defensor del Paciente registra en Asturies 302 denuncias por negligencia médica
Los recortes en material y personal, la reticencia a realizar pruebas diagnósticas derivadas de la falta de medios y la saturación del sistema derivan en un aumento de los errores en el tratamiento de los enfermos.
Según se desprende la la memoria anual en la que la Asociación del Defensor del Paciente recoge y hace balance de las quejas, reclamaciones, deficiencias y negligencias que han llegado a sus oficinas a lo largo del año pasado, la sanidad asturiana ha recibido en el 2017 un total de 302 presuntas negligencias médico-sanitarias, aunque la misma asociación reconoce que la mayoría de los casos quedan sin denunciar por falta de información de los usuarios acerca de sus derechos.
El mayor porcentaje de quejas recibidas es debido a las interminables las listas de espera en la Seguridad Social, por las que un paciente puede tardar más de un año para ser atendido, lo que conlleva consecuencias negativas para la salud y en derivas hacia la sanidad privada.
En los casos que culminan con el fallecimiento del paciente, las causas más frecuentes alegadas por los familiares son el error de diagnóstico y la pérdida de oportunidad terapéutica, las altas antes de tiempo, las intervenciones mal realizadas, la atención deficiente, infecciones hospitalarias y retrasos en el transporte en ambulancias.
Los servicios con más quejas registradas por esta asociación han sido los de Cirugía general, Urgencias, Traumatología, Ginecología y Obstetricia, Transporte sanitario y Ambulancias, Odontología, Anestesia y reanimación, Urología y Neurocirugía.
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